dissabte, 3 de febrer del 2018

Activitats per a practicar l'escriptura II

Frase proporcionada:

"Sentado en lo alto del caparazón de la tortuga ¡cabalgando por el mar como si fuera a caballo!"





Lista de palabras proporcionada:

copa               
luces             
a                   
caracol       
dos 




La compañera de taller, Concha, ha escrito estos microrelatos con la frase que dictamos en el taller y con la lista de palabras:

Navega sin rumbo, consumiendo las palabras, cabalgando sobre el tiempo. Mira hacia atrás a ese espacio donde se abre el claro del horizonte dibujado en la palma de su mano, piensa en ella a sabiendas que ya no puede retenerla, que debe marchar allá donde aún queda esperanza, donde el desaliento no alcanza y el sol sigue asomándose entre las nieves.
Mira su retrato, mientras se estremece y sus ojos se hacen agua sabiendo, que pronto será solo un recuerdo de ese ayer que pasó sentado en lo alto del caparazón de la tortuga ¡cabalgando por el mar como si fuera un caballo!

                                                                           Concha Estellés


Camina despacio sobre los cristales rotos de la copa, la sombra de su cuerpo cubre el espacio donde las luces dejan de brillar y los ecos del silencio rellenan los huecos del ayer. Le mira con los ojos del desprecio que llega cuando del ídolo no queda nada. Eran dos que formaron un todo, unidos por la fuerza, a golpe y fuego, como el caracol caminaban con la casa a cuestas y así eran felices, se acostumbraron a tenerse el uno al otro. ¡Para que pedir más!, pero llegó él, y dejaron de ser dos cuando sin más vivió entre ellos y la furia se desató. Fue como un huracán, soplando tan fuerte que a su paso lo destruyó todo. Después de aquello Elisa no volvió a ser feliz, observaba con resignación silenciosa como la habían dejado a un lado, desquiciada, apartada igual que un trasto viejo e inservible.
Ellos, bebían cerveza y reían, mientras ella en un rincón esperaba alguna migaja de su atención, así pasaron los días y de pronto no pudo más. ¡Gritos! Golpes y más gritos. Luego silencio, sangre y cristales rotos sobre el suelo. Ya no eran dos, ni tres. Ella y su soledad, nada más.


                                                                         Concha Estellés



Y este es de la compañera Ana, con la misma frase y la lista de palabras, fundidas en un mismo relato:



LIBRES

Sentado en lo alto del caparazón de la tortuga ! cabalgando por el mar como si fuera a caballo!.
El caracol se sentía satisfecho de haber aceptado la invitación de su amiga la tortuga.
La aventura que juntos habían decidido emprender, quedó sellada la noche anterior, con una copa y un brindis. Ahora galopaban los dos a través de las olas, tal jinete y montura, buscando luces en la oscuridad, en pos de una meta: la libertad. 

                                                                                   Ana Caudet

Pepita Gadea nos ha escrito también este microrelato:

No sabía exactamente el tiempo que se encontraba en esa isla a consecuencia de un error de navegación, ya que su lancha había naufragado. Mohamed  estaba observando el mar, como cada día solía hacer nada más despertar, en eso observó a lo lejos algo que se movía. ¿Sería una barca? ¿Sería otra persona a quien le habría ocurrido lo mismo?
Así estuvo haciendo señales con los brazos sin parar. Observaba que cada vez estaba más cerca --¡qué alegría!--. Pero cual fue su decepción cuando se dio cuenta de que lo que llegaba a la orilla no era lo que esperaba, su salvación, sino un simple mono sentado en lo alto del caparazón de una gran tortuga cabalgando por el mar como si fuera a caballo.
Pensó --¿por qué no puedo salir de esta maldita isla haciendo lo mismo?-- Y en ese mismo instante se oyó a lo lejos el maldito despertador. 
¡Todos los días lo mismo!

Pepita Gadea


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