dimarts, 29 de novembre del 2016

Relat: La discusión

Ací vos deixe un relat infantil i educatiu de Julita San Frutos, companya del taller d'escriptura. 




LADISCUSIÓN


─ ¡Estoy harto de ti! ─chilló el tenedor con todas sus fuerzas desde el otro lado del plato─ te crees más importante porque siempre te colocan a la derecha y además puedes cortar; ¿pues sabes lo que te digo? que yo puedo pinchar mucho mejor que tú y además, algunas de las personas que se sientan a la mesa, me utilizan también para cortar.
─¡Pero nunca podrás hacerlo igual que yo! ─contestó el cuchillo─ mi corte es recto y lo mismo corto una cosa dura que una blanda.
─ ¡Eres insoportable! ─volvió a chillar el tenedor.
─ ¿No os parece que ya está bien? ─interrumpió la cuchara─ no entiendo por qué tenéis que estar siempre discutiendo, ¿no os dais cuenta de que con vuestros gritos vais a despertar a los pequeños? Yo también estoy a la derecha y no por eso me considero más importante, no veo la diferencia entre estar a la derecha o a la izquierda.
─ ¡Vamos a ver, cuchara! ─e replicó el cuchillo ─ la derecha es siempre la derecha, ¡la mano que más se utiliza!, es con la que escriben, con la que se limpian, la que levantan… ¡Todo lo hacen con esa mano!
─ ¡Me parece que te pasas de listo! ─esta vez era el tenedor el que contestaba y que poco a poco se iba enfadando muchísimo─ Hay gente que todo lo hace con la mano izquierda que es donde estoy yo.
─ ¡Sí, pero son los menos! ─de nuevo chilló el cuchillo.
─ ¡Ni los menos ni los más! ─alzó la voz el tenedor casi perdiendo los modales─ ¡Lo que pasa es que siempre quieres ser el importante!
─ ¡Es que lo soy!
─ ¡Lo que eres es…!
  Pero no pudo acabar la frase, pues tal y como había dicho la cuchara, los pequeños empezaron a llorar. Las cucharitas estaban tan asustadas que no había forma de que se calmasen, los tenedorcitos y los cuchillitos lloraban cada vez más alto.
  La cuchara quiso decirles la típica frase de: “¡Ya os lo había dicho!”, pero pensó que con tanto escándalo no la iban a escuchar; se lo diría más tarde, no se iban a salvar de su regañina.
  Entonces, la ensaladera con un grito de “FIRMES”, consiguió que todo aquél guirigay se calmase.
  Los pequeños hipaban por haber dejado de llorar tan rápidamente y los mayores callaron en el acto.
─ ¡Estoy harta de estas discusiones vuestras! ¡que si la derecha que si la izquierda! ¡que si pincho que si corto! Es que no sé qué importancia puede tener, por más que lo pienso no le veo el motivo para que estéis siempre a la greña. Vamos a ver ¿qué tendrían que decir las copas a los vasos por ejemplo?:
 ˂˂¡¡Yo estoy llena de vino y tú de agua!!˃˃ ─Dijo poniendo voz de copa.
─ ¿Y los platos?, el hondo le diría al llano:
 ˂˂ ¡¡ Yo tengo la sopa, ale y ale!!˃˃ ─Esta vez puso la voz de plato sopero.
 ─ A lo que el llano le respondería:
˂˂¡¡ Y yo tengo la carne, chincha, chincha!!˃˃.
─ ¿No os parece un poco tonto? Yo tengo la ensalada, así que tendría que decir:
 ˂˂¡¡Tengo el huerto dentro!!˃˃.
─ He pensado que a partir de ahora vais a estar los tres a la derecha y ¡se va a acabar tanta idiotez!
  Así que hizo que la cuchara, el cuchillo y el tenedor se colocaran a la derecha del plato.
  La pobre cuchara no había dicho nada, a ella le daba lo mismo estar a una parte o a otra, pero no comentó nada más para evitar que a la ensaladera le aumentase el enfado, se limitó a quedarse quietecita en el lugar que le correspondía.
  Por eso cuando en la mayoría de las casas “ponen la mesa” y aunque no sea lo correcto, colocan los cubiertos de esa forma, o sea a la derecha.
 Pero ahora vosotros ya sabéis por qué lo hacen, y que no es otra cosa que;

 “Evitar que discutan”.

Julita San Frutos

Poema de Luís Rosales traduït

Continuem amb poemes d'aquest autor, Luis Rosales, al qual féiem també referència en l'anterior publicació del blog (cliqueu ací).
En aquest cas hem fet també la traducció al valencià.


CÓMO ES POSIBLE QUE LA PREDESTINACIÓN
A VECES
LLEGUE TARDE

CUANDO VIVIMOS TANTO QUE HAY QUE PAGAR EXCESO
hay algo en el amor como una luz suicida,
tal vez es solo eso,
y hay amores que duran algo menos que un beso,
y besos que han durado algo más que una vida.
30 de marzo de 1977
Luís Rosales, Diario de una resurrección


COM ÉS POSSIBLE QUE LA PREDESTINACIÓ
ALGUNES VEGADES
ARRIBE TARD



"El bes" de Klimt en 3D per a invidents


QUAN VIVIM TANT QUE HEM DE PAGAR EXCÉS
hi ha quelcom en l’amor com una llum suïcida,
tal vegada és sols això,
i hi ha amors que duren poc menys que un bes,

i besos que han durat poc més que una vida.

dimecres, 16 de novembre del 2016

Poema de Luís Rosales

En la darrera sessió de taller, un company ens va portar el llibre Diario de una resurrección de Luis Rosales. He volgut seleccionar aquest poema, el primer del llibre, per la manera senzilla, però contundent i colpidora, en què descriu els sentimentes. Cal destacar l'ús d'unes metàfores que primerament semblen simples per utilitzar elements quotidians sense massa lirisme ni pompa, però que neixen de les sensacions i sentiments propis, aquells que deixen empremta i que generen la bellesa en forma escrita.
Un efecte semblant al que produix el poema de Neruda, Desnuda, amb una descripció subtil i sublim a la vegada, mentre fa servir metàfores i comparacions amb paraules senzilles, de sobra utilitzades i conegudes. El podeu veure ací també traduït al valencià. 
Són dos exemples de la senzillesa elevada a la sublimitat.
Palabras Para Algo Más Que Un Dolor
Luis Rosales
TAL VEZ SOLO ES POSIBLE QUE PODAMOS AMARNOS
                             MIENTRAS QUE DURA UN BESO


o si se quiere una ardentía
que, poco más o menos, es una lástima de incendio,
quizá una lágrima de incendio,
y no puede vivir sino acabándose,
como la duración de una palabra sólo nos dice su verdad
       cuando está terminada
y deja su memoria en el oído.
Tal vez tengo un cansancio dirimente
y he llegado hasta ti como el náufrago si le empujan las olas
       puede llegar hasta la playa,
y he comenzado a andar con unos pasos tartamudos
hasta quedar extenuado,
y esto es ya como ver la espalda al día,
esto ya no es amar sino caer,
seguir cayendo sobre tu cuerpo como la noche cae en el
       mundo,
mientras siento crujir mis huesos y mis besos.

TAL VEZ ES CIERTO Y SIN EMBARGO ES TRISTE


que nuestro amor sólo puede durar mientras que dure
       un beso,
pero al besarte el tiempo se establece,
y tu cuerpo comienza a ser una pregunta,
cada una de tus manos tiene su gesto propio,
y el mirar de tus ojos empieza a conjugarse en voz pasiva.
Así me voy llenando de música y de tiempo,
y la música es sed,
y la sed es tan corta que tiene que nacer continuamente
como nacen mis ojos cuando el vestido empieza a resbalar
sobre tus caderas
y aparecen tus hombros soleados,
tu momentánea piel,
y tu cuello de miel agonizante,
y tu cintura que es de agua,
y recorro, una vez y otra vez, el corto territorio de tu
       vientre,
con un mirar infinitesimal,
con un encendimiento que cada vez se hace mayor
y que al fin se convierte en bautismo
sobre un pecho pequeño que cabe en un dedal
y unas rodillas fuertes y despiertísimas que alguna vez como
       las nubes tienden a separarse,
y las manos te nacen de repente igual que brota un
       manantial,
y las caricias vienen del origen del mundo,
ya que cuando se ama
todo el cuerpo termina siendo labio.

Y NO PUEDO OLVIDAR QUE ESTO ES UN PREMIO,


amiga mía,
un premio que me han dado para identificarme con la nieve,
mientras te miro
y se borra poco a poco tu rostro como se empañan los
       cristales
pues estoy atendiendo a otro diálogo,
y este diálogo es una lágrima que tengo ya en el ojo,
puesta a punto
y nunca acaba de caer,
y se va convirtiendo en araña,
y siento tu temblor,
su velludo temblor parpadeándome,
y es un poco de miedo
o una embolia
que toca con su hielo esta vida que es mía
y la contabiliza, hora tras hora, como se cierra un inventario.
Y esto no es doloroso,
amiga mía,
esto es así,
como una mano que te agarra por dentro
pensando en que la carne se encienda sin arder,
y la demora se convierta en culpa
y el beso que te doy deje de ser una caricia
y sea más bien una pregunta,
esa pregunta destituyente
que no me atrevo a hacer sino en tu boca,
pues todo lo que soy depende de ella,
depende de saber que nuestro amor pudo resucitarnos
-ésta fue su misión y la ha cumplido--
pero
sólo puede durar
mientras que dura un beso.

2 de agosto de 1976
del libro Diario de una resurrección