Ya
hemos visto que el cuento forma parte de los textos literarios, es decir un
tipo de texto más libre, menos restringido, en el que el autor plasma de manera
creativa y expresiva la historia o idea que quiere contar, en contraposición a
los textos no literarios, cuyo estilo se encuentra bastante acotado y falto de
color, aunque no siempre es así, en ocasiones también podemos ver ejemplos de
textos no literarios con un lenguaje rico en adjetivos y figuras estilísticas,
como por ejemplo textos periodísticos o publicitarios.
La estructura del cuento debe
estar bien fijada por el autor para que la historia despierte el interés del
lector y que desee pasar sus páginas para descubrir qué ocurre al final. Hay
muchos tipos de cuentos pero todos ellos comparten una estructura bastante
similar que tiene como principal objetivo satisfacer el deseo o la curiosidad del lector de saber cómo
acaba la historia. Cuando hablamos de cuento
nos referimos a un género literario de ficción que, a diferencia de la
novela (otro tipo de texto literario) tiene como características principales:
-
un argumento sencillo;
-
está protagonizado por un bajo número de personajes;
-
suele centrarse en una única idea argumentativa para desarrollarla al
máximo durante el transcurso de las líneas que, por cierto,
-
tienen una extensión más reducida.
Partes del cuento
Parte 1: inicio o
planteamiento
También
llamada presentación. Es el comienzo de la historia, el momento en el que el
autor contextualizará al lector en el lugar en el que se encuentra la narración,
los personajes que
intervendrán en ella y los presentará ligeramente para que tengamos una idea de
quiénes son y lo que buscan.
El
autor presenta la "normalidad" de la historia, ese momento apacible en el que viven
los personajes y que luego será quebrantado por la irrupción del nudo que será
el motor el desencadenante de la acción narrativa. Así pues, el objetivo de
esta primera parte del cuento es mostrarnos
a los personajes y el entorno o momento en el que viven tranquilamente,
previo a la aparición de la acción.
Aquí
es cuando se tiene que presentar también si los personajes (o
personaje) tienen alguna particularidad, pues más adelante no tendremos tiempo
para detenernos en este tipo de detalles minuciosos porque estaremos plenamente
metidos en el nudo de la historia.
Parte 2: nudo o desarrollo
Para
poder completar la estructura del
cuento es imprescindible que haya alguna acción, que ocurra algún
hecho que altere el orden apacible del inicio, esa “normalidad” a la que
hacíamos referencia, y que ponga a los personajes en alguna situación
controvertida o complicada de resolver. El nudo aparece cuando la situación
que hemos planteado en el inicio se ve rota o alterada por la aparición de
un hecho insólito, inesperado, etc. Este punto es de vital importancia para que
un texto sea considerado un cuento y no un texto poético o una narración
literaria. El cuento es cuento si hay
nudo, si hay alguna acción que provoque el desarrollo de la trama; un texto en el que simplemente se hable
de los sentimientos, por ejemplo, por muy bien que esté escrito y un buen
uso de las palabras poéticas, no es un cuento.
Así
pues, dentro de las partes del
cuento, el nudo es una de las más importantes porque es la que marcará el ritmo de la narración, la que
hará que el lector tenga ganas de seguir leyendo y la que conseguirá que el
cuento sea exitoso.
Cuando
se llega a este punto de la narración es importante que el lector ya sepa
quiénes son los personajes (que ya habremos presentado en el inicio) para que
pueda meterse de lleno en el problema que los acarrea y, así, tener interés por
el devenir de la situación. Es en este momento cuando conoceremos a los
personajes, no solo a nivel descriptivo sino que veremos qué acciones
cometen, qué pasiones les mueven y, así, podremos saber realmente quiénes
son y cómo actúan.
Parte 3: desenlace o final
Es la última de las partes de un cuento, es
decir, el momento en el que se resuelve el conflicto que ha aparecido
en el nudo y se puede cerrar la historia. Este cierre puede que sea
feliz, o no, puede que quede totalmente cerrado o que quede abierto, la
elección depende del autor pero SIEMPRE se debe solventar el nudo que se ha
planteado en la narración para que las expectativas del lector queden
satisfechas.
Cuando
nos encontramos con un final abierto significa que, simplemente, el
autor no especifica todos los detalles de lo que les sucederá a sus personajes,
es decir, no cierra como el tradicional "Y vivieron felices para
siempre" , por poner el ejemplo clásico, sino que lo deja abierto para que
al lector le queden dudas acerca de lo que ha sucedido realmente. Pero que
quede abierto no significa que no termine, pues es imprescindible que el
"problema" que se nos ha presentado sea resuelto, si no el
cuento no funciona.
Una
de las características del cuento más
notorias es que el final suele
ser sorprendente e inesperado. A diferencia de las novelas (que son
narraciones más largas y profundas), en un cuento se parte de una sola situación inicial que se complica y se resuelve pero, para que esté bien escrito, debe ser
diferente, debe sorprender al lector y procurar que la historia dé un giro
para que el final sea totalmente inesperado.
¿La estructura del
cuento siempre es igual?
Ahora
que ya conocemos las características
de las partes de un cuento, podemos hacernos la siguiente pregunta: ¿los
cuentos tienen que seguir este orden o pueden estar escritos de otras formas?
Lo cierto es que una narración puede alterar el orden de los factores para
crear más interés por parte del lector o mantener en vilo la atención según va
pasando las páginas, sin embargo, la comprensión puede complicarse y, por este
motivo, en el caso de los cuentos
infantiles casi siempre se mantiene la estructura clásica de inicio, nudo y
desenlace.
En
el caso de los cuentos para adultos lo
cierto es que se puede jugar de
múltiples maneras y, por ejemplo, podemos encontrarnos con
narraciones que empiezan presentando el desenlace y haciendo un flash-back, es decir, echando la vista atrás para retroceder en la
historia y empezar por el principio. También es probable que la historia
comience presentando, directamente, el nudo de la acción, in medias res, pero después deberá presentarnos a los personajes
para que entendamos quiénes son y podamos ver cómo actúan con verosimilitud.
La
elección de la estructura del cuento recae en manos del autor que puede escoger
seguir las pautas clásicas o decantarse por ser más innovador y sorprendente
pero, eso sí, en todo momento deberá tener en cuenta que las tres partes
mencionadas son necesarias e
imprescindibles para que la narración funcione correctamente; de lo
contrario, quedará algún cabo suelto y al lector le dará la sensación de
haberse quedado a medias.
Los elementos del
cuento
Ahora
que ya conoces las diferentes partes de un cuento, también es importante que
sepas cuáles son los elementos de un cuento. Es decir, los elementos que hacen que un cuento sea un cuento y que nos
permiten comprender mejor este subgénero narrativo. Aquí te ofrecemos un
listado:
Tema
Sobre
qué trata el cuento. Estos temas suelen ser temas universales
como, por ejemplo, el amor, la amistad, la libertad, la justicia, etc. La gran
mayoría de cuentos tratan sobre un tema en concreto y, si tienes que
analizarlo, tienes que prestar atención y averiguar el tema del cual trata.
Historia
Otro
de los elementos de un cuento es la historia, es decir, el
argumento. La historia es la que se nos muestra siguiendo el esquema
clásico de presentación, nudo y desenlace. Son las aventuras que corre el
protagonista, los hechos que tienen lugar en el cuento.
Sobre
todo: no confundas el tema con la
historia, o argumento, porque NO es lo mismo. Un ejemplo de la diferencia
entre el tema y la historia lo tenemos en el clásico de Romeo y Julieta: aquí, el tema es el amor imposible y la historiao argumento es el romance que viven Romeo y Julieta.
Tiempo
Es
otro de los elementos básicos de cualquier narración y hace referencia al
espacio temporal en el que tiene lugar la historia. Puede ser que el tiempo sea
mencionado porque el propio narrador indica las fechas pero también puede
ser que el tiempo no sea mencionado y, por tanto, sea un cuento atemporal.
Espacio
Es
el lugar en el que tienen lugar los hechos acontecidos. En el caso del clásico
de Romeo y Julieta, la ciudad de Verona es el espacio en el que ocurre el
conflicto y, por tanto, este es el espacio de la obra.
Personajes
Son
todos aquellos que forman parte de la historia, es decir, los que están
involucrados en la trama, los que experimentan las aventuras o los hechos que
se describen.
Narrador
Es quien
cuenta la historia. Puede ser que el narrador forme parte de la misma historia
o que sea omnisciente, es
decir, que nos la explique desde un punto de vista
objetivo y en tercera persona. En otra unidad se explican los diferentes tipos de narradores y sus
características.
Ejercicios
1- Buscar dos cuentos,
uno infantil y otro de adultos, que no sea muy extenso, y señalar partes y elementos.
2- El cuento y su reverso: https://lashistorias.com.mx/index.php/archivo/cuento-reverso-escritura2018/
La del cuento «clásico» es una estructura narrativa muy
conocida y utilizada: planteamiento, desarrollo, o nudo, y conclusión.
Ahora bien, la estructura clásica del cuento tiene un
reverso, adelantado por Edgar Allan Poe en un gran ejemplo de este tipo de
estructura “desordenada”, la que se puede leer en Los crímenes de la calle
Morgue, también conocido como Los asesinatos de la calle Morgue o Los
asesinatos de la rue Morgue. La escena del crimen se describe al inicio, es
la estructura llamada “de misterio”, en la cual el suceso más emotivo o
impactante tiene lugar en la primera parte
de la narración (el planteamiento). El grueso del texto es la investigación o averiguación
de las causas de dicho suceso, hasta llegar a una explicación clara y racional
del mismo en la conclusión. Comúnmente se asocia este tipo de
narraciones con relatos de crimen, pero también se puede
utilizar para describir cualquier otro tipo de averiguación o investigación.
El ejercicio propuesto es
el siguiente: tomar un cuento de forma
clásica (por ejemplo, La
lotería de Shirley Jackson, u
otro) y redactar a partir de él un cuento de misterio, es decir, empezar
relatando el clímax, o sus resultas, y luego contar la averiguación de las
causas del suceso hasta llegar a una explicación de los hechos.
Si se usa como base el cuento de Jackson, el suceso del final
del cuento sería ahora el punto de partida: podría haber un investigador (un
detective) que se enterara del descubrimiento de un cadáver y las
circunstancias en las que se encuentra, se intrigara por esa forma tan rara de
morir y fuera a averiguar lo que sucedió. Poco a poco iría descubriendo quien
está implicado en el extraño ritual…
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