dijous, 7 de gener del 2021

Sonreír con los ojos

 


Hoy, 23 de diciembre, nos hemos hecho una foto todas juntas, las compañeras del grupo Els nostres escrits.

Carmen ha dicho que se nos notaba que sonreíamos con los ojos, ¡vaya! Podemos sonreír con los ojos, yo también. Podemos sonreír a una cámara, pero… ¿y el corazón?, ¿y el alma?, ¿cómo están?... muy tocados. El corazón dolorido, oprimido y padeciendo por todos: por mi familia y por el mundo entero.

Pues bien, tengo que aligerar el ánimo, no queda otra. Mañana es Nochebuena y necesitamos un poco de alegría.

¡A la mierda el 2020! Perdón por el exabrupto, ya sé que vosotras sois más finas y nunca lo pondríais.

Esperemos que el año venidero nos traiga más salud y serenidad y que se acabe este bicharraco. Procuraré forzar mi espíritu y tener paz y cariño con todos los que me rodean.


Mali Martí Ferrer


Historias que vendrán

Nuestras dos compañeras Pepita Gadea y Teresa Cases han hecho una colaboración, Pepita escribió un relato sobre la pandemia hace unas semanas y Teresa se ofreció a grabarlo en audio acompañado de unas imágenes y música. El resultado es este: 




Junio año 2040

Eduardo cursaba sus estudios en la universidad de medicina. Se encontraba en el tercer año de carrera. A finales del segundo semestre tenía que presentar un temario que cada alumno debía elegir libremente. El tema le subiría la nota que necesitaba para aprobar el curso. El tema elegido fue Pandemia año 2020. Eduardo ya había nacido, tenía dos años, pero claro, debido a su corta edad, no sabía mucho de lo que verdaderamente había ocurrido. 

Se encontraba en su habitación del colegio mayor donde se hospedada, ya que vivía a bastantes kilómetros del pueblo donde estaba la casa familiar. Solía regresar a casa los fines de semana, allí quedaba con la pandilla de amigos de su infancia. Uno de ellos era Jorge, su más íntimo amigo. 

Sonó el móvil. Al tercer tono, descolgó. Era Jorge, preguntándole si ese fin de semana subiría al pueblo:
- Sí -contestó-, salgo dentro de un rato.

Tras dos horas conduciendo su coche, llegó a casa. Lo primero que hizo antes de saludar a sus padres fue ir a buscar a su abuela Lola. Saludó a su abuela con un beso en la mejilla y con una sonrisa le comunicó: 
- Abuela, tenemos que hablar.
- Cuando quieras -contestó Lola- estaba esperándote, me animas mucho cuando vuelves y vienes a verme. 
- Quiero que me cuentes qué pasó en el año 2020, cuando vivisteis la pandemia del coronavirus. Lo necesito para el trabajo de fin de semestre y necesito aprobarlo. 

La abuela empezó relatándole cuando al principio del año 2020 se desarrolló en todo el mundo una enfermedad desconocida. A causa de ello, se contagió mucha gente, en especial los más ancianos, que eran las personas más perjudicadas. 

- Empezaron a confinarnos en casa sin poder salir. Los colegios cerrados. Tú, como eras muy pequeño, no te dabas cuenta, pero hubieron muchísimos muertos y muchísimas personas contagiadas. Salíamos a la calle con mascarilla, no nos dejaban que nos reuniésemos más de seis personas. Así estuvimos todo el año, hasta que por fin empezaron a vacunarnos. Fue un año muy duro. La gente se quedaba sin trabajo... bares y restaurantes cerrados. 

De los ojos de Lola empezaron a caer lágrimas. Eduardo comprendió que todo ello afectaba mucho a su abuela. 

-Gracias abuela, sé que hay mucho que contar, no quiero molestarte. Descansa, aún quedan un par de horas para la cena.
Le dio un beso a su abuela y salió de la habitación.

Pepita Gadea